Microsoft deja de desarrollar juegos para la Xbox One, pero la consola no está muerta. Ni muchísimo menos
Casi tres años han pasado desde el lanzamiento de las consolas de nueva generación y casi tres años hemos asistido al lanzamiento de juegos intergeneracionales. Salvo contadas excepciones, la inmensa mayoría de juegos publicados en los últimos tres años han estado disponibles en las consolas antiguas y en las nuevas, pero el momento ha llegado y ha sido Microsoft la primera en dar el paso. Oficialmente, Microsoft ha dejado de desarrollar exclusivos para la Xbox One.
Se veía venir. Poca duda quedaba de que esto acabaría pasando tras los últimos lanzamientos de Xbox, como ‘Redfall’, y el Xbox Game Showcase 2023, que dejo claro que los juegos presentados iban directos a la nueva generación. ‘Starfield’, sin ir más lejos, no saldrá en Xbox One. No obstante, matizaremos esto enseguida. En cualquier caso, la confirmación viene de Matt Booty, Xbox Games Studios Chief, en una entrevista con Axios en la que afirma que ya se han movido a la novena generación. En sus propias palabras, “no tenemos equipos internos trabajando en juegos para la generación anterior de consolas”.
Pero a la Xbox One le queda vida. Se podría pensar que es el fin de la Xbox One, pero nada más lejos de la realidad. En primer lugar, Microsoft seguirá dándole soporte a Minecraft. En segundo lugar, los poseedores de una Xbox One podrán seguir jugando a los nuevos lanzamientos a través de la nube, si bien eso requerirá una suscripción a Game Pass Ultimate y asumir el hecho de que se acabó tener un juego reciente en formato físico. Dicho de otra forma, la Xbox One no se va a convertir en un pisapapeles, sino en un dispositivo para jugar a juegos antiguos y para acceder a los nuevos a través de la nube.
Un paso lógico. Era cuestión de tiempo que esto pasase. Tener las consolas de anterior generación en mente a la hora de desarrollar un juego puede lastrar el rendimiento y acabado del mismo. Al fin y al cabo, son sistemas con diez años de antigüedad que no pueden ofrecer la calidad gráfica, estabilidad y fotogramas que ofrece la nueva generación. ¿La parte positiva? En este caso, que da igual, ya que los juegos desarrolladores para la nueva generación seguirán siendo accesibles para aquellos que todavía no hayan podido o quieran dar el salto a las Series X|S.
Sin consolas nuevas en el horizonte. Otro aspecto positivo es que los usuarios que duden entre si comprar una Xbox Series X|S o esperar a una versión Pro, no tienen por qué hacerlo. El propio Phil Spencer confirmó recientemente que no hay necesidad de una versión mejorada y que están “bastante establecidos con el hardware que tenemos”.
Sony, te toca mover. Ahora que Microsoft ha dado el paso, es momento de ver qué hace Sony. Uno de los grandes alicientes de la PlayStation 5 son sus exclusivos, pero la situación de la firma nipona es algo más compleja. Si bien es cierto que ha conseguido vender 38,5 millones de consolas en todo el mundo, todavía hay un parque importante de PlayStation 4 compuesto por 117,2 millones de consolas que mantener. En el caso de Xbox One, no hay cifras desde 2015 pero se estiman unas ventas de 50 millones de unidades y de 20 millones de Xbox Series X|S, de las cuales tampoco hay cifras oficiales. Veremos qué hace Sony o, mejor dicho, cuánto tarda en hacerlo.